Hay collares que no solo adornan… acompañan.
Esta lunita enchapada en oro, rodeada de mostacillas blancas y grises, es una de esas piezas que se sienten como un pequeño ritual personal.
El blanco aporta claridad, pureza y calma —esa sensación de respirar profundo y volver a ti.
El gris, con su suavidad elegante, simboliza el equilibrio, el punto medio donde todo se ordena, donde la intuición se despierta y donde las emociones encuentran su ritmo.
La lunita, delicada y dorada, es el amuleto perfecto para mujeres que viven en ciclos: que crecen, se repliegan, brillan, cambian, vuelven a empezar… y se abrazan en cada una de sus fases.
Es un collar para la mujer que escucha su intuición.
Para la que busca armonía.
Para la que entiende que su luz no siempre es igual, pero siempre es suya.
Su vibra es suave, femenina, casi sagrada.
Un accesorio simple, significativo y hermoso —hecho para acompañarte en cada fase de tu propia luna.
Enchapado en oro 18K.
